LA PARED EN BLANCO 1
Escupir balas como besos y caricias como puñetazos, tan sólo es un amor cristiano. Clavar la mirada hasta lo profundo de la carne salpicando la grada con chorros precisos de sangre. Bajo un manto protector se insinúa la tiritera como un faro perdido y alejado de todo mundo conocido y aún por conocer: Es la luz que nos atrae hacia nuestros propios destinos terribles como un gigante imán de fuego venciendo con facilidad la suma de voluntades, doblegándonos, absorbiéndonos, haciéndonos hincar las rodillas hasta la total entrega. Y sólo así renacemos a la vida misma como esqueletos blancos irisados que se apilan en la fosa de un planeta extraño. Tan sólo se trata de un amor cristiano. El miedo es la fianza que pagamos a un dios armado, poderoso abrazo de pena y culpa sobre cada uno de los átomos que nos forma y deforma, ejerciendo la forma justa y necesaria que nos dibuja, sin la cual explotaríamos en mil pedazos devolviéndonos al espacio en blanco al que siempre hemos pertenecido.
Buen verso =) Me pasaré por aquí muchas más veces, y por tus otros blogs. Por cierto, mi gadget seguidores está junto debajo de mis pestañas de páginas del blog, debajo de la cabecera.
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